Biografía


Dante (o Durante) Alighieri nació en Florencia en 1265. Fue hijo del primer matrimonio de Alighiero di Bellincione con Gabriella (Bella) degli Abati, de quienes tenía una hermana mayor. No hay información cierta sobre la ocupación de su padre pero se supone que fue prestamista o que, al menos, estuvo vinculado a la actividad financiera. De su niñez y adolescencia también se sabe muy poco. Las principales fuentes de información son las propias obras de Dante. Cuando apenas tenía unos seis años quedó huérfano de madre. Poco tiempo después su padre contrajo nupcias con Lapa di Chiarissimo Cialuffi, que le dio dos medio hermanos (Francesco y Gaetana). Estudió en su ciudad natal, posiblemente en el convento franciscano de Santa Cruz. Se estima que también siguió estudios en la universidad de Bolonia y que fue discípulo del famoso Brunetto Latini, quien le proporcionó los modelos para obras de juventud y lo introdujo en los principios iniciáticos de la Orden de los Fedeli d’Amore (fieles de amor), también conocida con el nombre de Fede Santa, una rama de los Caballeros de la Orden del Temple. A lo largo de sus obras Dante dejó abundantes referencias de su pertenencia a esta hermandad. Según evoca Dante en la Vida nueva, a los nueve años (1274) vio por primera vez a Beatriz, hija de Folco Portinari. La joven se convirtió desde ese primer encuentro en el centro de sus pensamientos y su musa inspiradora. El amor platónico que le inspira Beatriz será la materia prima de la Vita Nuova y uno de los motivos centrales de su obra cumbre, la Divina Comedia.

Tras la muerte de su padre, en 1277, Dante vivió con su madrastra y hermanos. De acuerdo con lo que el mismo poeta sugiere en sus obras, en esa época llevó una vida bastante disipada. Beatriz (que se había casado en 1283 con el banquero Simón de Bardi), murió tras un parto en 1290, a la edad de veinticuatro años. Dante cayó en un profundo desasosiego que acentuó más su pasión platónica por ella. En los últimos pasajes de la Vita Nuova el enamorado poeta anuncia que espera

“…decir de ella lo que nunca de nadie se ha dicho. Y luego quiera aquel que es señor de toda cortesía que mi alma pueda irse a ver la gloria de su señora, esto es, de la bienaventurada Beatriz, la cual gloriosamente contempla el rostro de aquel qui est per omnia secula benedictus (el que es por siempre bendito)”. (Vita Nuova, XLII)





Desde la edad de once años Dante estaba comprometido con Gemma di Manetto Donati, con quien se casó probablemente entre 1285 y 1293. Poco se sabe de la vida matrimonial del poeta, pues no hay mención a ello en sus obras. Con Gemma tuvo tres hijos: Jacopo, Pietro y Antonia (que ingresaría como religiosa con el nombre de Beatriz). También se conoce el nombre de un posible hijo de crianza: Giovanni. Los años de juventud de Dante coincidieron con los más pacíficos que conoció Florencia en la época, sobre todo hasta la ascensión en 1295 de Bonifacio VIII al Papado. A partir de entonces, Dante -que ya había participado en las batallas de Arezzo (1288) y Campaldino (1289) contra los gibelinos- se adhirió a los ideales políticos de los güelfos. Tanto los güelfos como los gibelinos representaban las dos fuerzas políticas más importantes de Florencia durante el siglo XIII. Los gibelinos se adherían al poder del Emperador sobre Florencia, en tanto que los güelfos defendían la supremacía del Papa. Con el devenir del tiempo el partido güelfo se transformó, en cierto sentido, en un partido de carácter nacionalista, al sostener a los principados y repúblicas de Italia que estaban demandando derechos y libertades municipales y provinciales. Dentro de este partido, a su vez, había profundas divisiones: por un lado, los negros, de tendencia radical y por otro los blancos, más moderados. A la facción de los blancos pertenecía Dante.

Entre junio y agosto de 1300 desempeñó el cargo de Prior; este cargo será recordado por el poeta como el comienzo de todas sus desdichas y no le faltó razón, puesto que su temperamento inflexible despertó resentimientos que poco después le traerían consecuencias dolorosas. En 1301 fue enviado, junto con dos compatriotas más, en embajada ante el Papa Bonifacio VIII. El interés de este encuentro era impedir que el Pontífice cediera ante las intrigas de los güelfos negros, que pretendían que el Papa impulsara a Carlos de Valois (hermano del rey francés Felipe IV) como pacificador de Toscana. A pesar de los esfuerzos de los emisarios, Bonifacio VIII entendía que para lograr la paz en aquella región, lo mejor era incorporarla a los Estados Pontificios. Carlos de Valois, apoyado por los negros, entró a la fuerza en Florencia e inmediatamente comenzaron las persecuciones contra los opositores blancos. Cuando Dante pretendió volver en enero de 1302, fue lanzada contra él la condena de destierro bajo falsas acusaciones de haber realizado negocios ilícitos. A la pena de destierro se sumó la confiscación de sus bienes y la sentencia a la hoguera si entraba a Florencia. Estos acontecimientos fueron el inicio de un largo exilio que le llevará el resto de su vida. Desde ese momento no volvió a ver a su esposa; tiempo más tarde sus hijos lograron reunirse con él. A pesar de que en algún momento abrigó esperanzas de regresar a su ciudad, nunca llegó a realizarlo.

En 1310 centró sus expectativas en el emperador Enrique VII de Luxemburgo, en quien veía la posibilidad de lograr la unificación de las ciudades italianas y alcanzar finalmente la paz. De güelfo blanco había pasado a ardiente partidario del gibelinismo: la salvación de Italia sólo se alcanzaría gracias a la constitución de un imperio independiente de la autoridad papal. Pero el emperador falleció en 1313 y con su muerte se desvanecieron definitivamente los sueños de Dante. Según algunos historiadores, en 1310 Dante habría viajado a París con motivo del juicio que el rey Felipe IV inició contra los caballeros Templarios, en acuerdo con el Papa Clemente V. Si bien no hay documentación que asegure fehacientemente que el poeta realizó ese viaje, quienes afirman que sucedió dan noticia de que habría permanecido allí hasta el final del proceso, en 1312, que culminó con la disolución de la Orden y la condena a muerte de sus integrantes.

En 1315 el gobierno de Florencia ofreció una amnistía a Dante pero este no la aceptó por considerar que eran indignas las condiciones que se le imponían para alcanzarla. Esto llevó a que pesara otra condena más sobre él: si regresaba a Florencia sería decapitado. Después de haber estado en varias ciudades (Siena, Bolonia, Verona, Padua, Lunigiana) bajo la protección de importantes señores –Guido de Polenta y Can Grande della Scala-, finalmente se asentó en Ravena alrededor de 1315. Desde Ravena realizó varios viajes. Al regreso de una embajada a Venecia enfermó de malaria. Falleció en1321, a la edad de cincuenta y seis años. Fue sepultado con honores solemnes en la iglesia de San Francisco de Ravena. Siguiendo sus instrucciones, le amortajaron con el hábito franciscano. Sobre su tumba se grabaron palabras de su amigo, el poeta Bernardo Canaccio:



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